Es el programa de moda en España. Su presentador, Jordi Évole, acumula en su carrera dos premios Ondas, en 2008 y 2011, la Antena de Oro en 2010 y el Premio Internacional de Periodismo Manuel Vázquez Montalbán entre otros reconocimientos y ha sido capaz de introducir el humor en el núcleo duro de la información.
Aunque el tono gamberro y follonero con el que comenzó ‘Salvados por la campaña’ se ha ido suavizando a medida que el programa ha ido encontrando su formato y su forma de hacer las cosas aún queda algo en él de esa insultante incocencia y descaro con la que Évole hace sus preguntas ya tenga delante a un trabajador del campo andaluz o al futuro presidente del Gobierno.
Ya sea por desconocimiento, al principio, o porque es un programa en el que interesa salir, a estas alturas de la película, Évole ha conseguido que por delante de las cámaras de ‘Salvados’ pasen grandes nombres de la política, la aristocracia y los movimientos sociales que le han ayudado a dibujar un mapa de la situación actual de España y a mostrar qué está pasando -para bien o para mal- más allá de nuestras fronteras.
Más allá del periodismo destaca la elegancia y el cuidado con el que están diseñados los programas, sus introducciones especialmente bellas y su puesta en escena casi impecable.
Especialmente recomendable para introducirse en este programa es el capítulo especial del quinto aniversario que se emitió hace una semana y para conocer en profundidad a Évole nada mejor que su entrevista con Iñaki Gabilondo.
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